Curso de Historia de la música

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El dominio alemán. De Beethoven a Wagner

Beethoven: la ventana a su corazón y el inicio del Romanticismo musical

¡Hola, chicos y chicas! Hoy hablaremos sobre Beethoven y cómo él cambió el mundo de la música para siempre. Él inauguró la era del Romanticismo, lo que significa que la música se volvió más libre y expresiva. Ya no había reglas rígidas y equilibrio soberano como en la música clásica, sino que se permitió una mayor libertad para mostrar las emociones y los estados de ánimo de los compositores.

Imaginen esto: la música de Beethoven es como una ventana abierta a su corazón. Él nos muestra sus pasiones, secretos y sueños, y nos hace sentir como si estuviéramos en su mente. Ahora, la música no solo era algo para escuchar, sino también para sentir.

Además, en esta época, se crearon nuevos tipos de música, como el poema sinfónico, que enriqueció aún más el campo de la música. Los compositores como Berlioz, Weber, Wagner, Chopin y Liszt, buscaron nuevos elementos en el lenguaje musical para hacer que su música fuera aún más emocionante y poderosa.

También hubo un gran cambio en la ópera. En Italia, la ópera bufa era muy popular, pero en otros países, especialmente en los países de lengua germánica, se estaba creando un nuevo arte vivificante que se expandía libremente.

En resumen, la música del Romanticismo nos muestra cómo la sensibilidad y la emoción pueden ser expresadas en la música de una manera que antes no se había visto. ¡Así que siéntanse libres de dejar que sus propias emociones salgan cuando toquen o escuchen música romántica!

La música de Beethoven: una mezcla única de influencias clásicas y románticas

Beethoven

Beethoven nació en Bonn, el 16 de diciembre de 1770, en una familia de origen flamenco y su padre, lamentablemente, no era muy competente. Sin embargo, Ludwig tuvo la suerte de recibir lecciones de música de Ch.G. Neefe, el organista de la corte, quien lo inició en el arte de Bach.

En 1787, mientras estaba en Viena, Beethoven conoció a Mozart y estableció su hogar en la ciudad en 1792 después de perder a su padre. Allí, se familiarizó con la ópera cómica francesa y el arte francés. Beethoven era un virtuoso del piano y estudió composición con Haydn, Albrechtsberger y Salieri.

Se presentó en público en un concierto en 1800, donde tocó su Septimino y su Primera sinfonía. Estas obras tempranas muestran la influencia de Bach, Haydn y Mozart, pero también se puede ver su propia fantasía romántica. Sin embargo, Beethoven padecía de sordera y tuvo una vida amorosa complicada.

Después de sufrir algunas decepciones amorosas, Beethoven escribió la Segunda sinfonía y la Tercera sinfonía, que estaba inicialmente destinada a celebrar a Bonaparte, el héroe de la libertad, pero terminó por liberarse de la influencia de Mozart. Beethoven buscaba los contrastes entre varios temas y, como romántico sincero, compuso el Cuarteto N° 7, Fidelio (1805, ópera compuesta según la Leonora del francés Bouilly y modificada en 1814), la Cuarta sinfonía, la Appassionata, la Quinta sinfonía (do menor), la Sinfonía pastoral (1808) y más.

Después de 1815, Beethoven comenzó a tener problemas económicos y su salud se deterioró. A pesar de esto, produjo algunas de sus obras maestras más inspiradas, incluyendo las cinco últimas sonatas para piano, la Misa en re, la Novena sinfonía y los cinco últimos Cuartetos. En resumen, Ludwig van Beethoven fue un genio de la música clásica que, a pesar de enfrentar muchas dificultades, nos dejó un legado invaluable.

¡El rey del lied! Descubre la fascinante vida y obra de Franz Schubert

Schubert

Franz Schubert, un compositor austriaco nacido en 1797 en un lugar llamado Lichtenthal. Aunque su familia era modesta y su padre era maestro de escuela, Franz se destacó como violinista y pianista desde temprana edad y fue aceptado en la capilla imperial de Viena a los 11 años. ¿No es impresionante?

Aunque Schubert compuso varias sinfonías y otras piezas como el Quinteto de la trucha y la Fantasía en do, es principalmente conocido por sus 603 lieder, que son canciones escritas para ser interpretadas por una sola voz y un piano. ¡Eso es mucho más que cualquier otro compositor de su tiempo! Es interesante notar que escribió algunos de estos lieder sobre poemas de Goethe, Schiller, Heine y otros grandes escritolres.

Schubert es considerado un genio muy puro y espontáneo, con una gran capacidad para evocar la naturaleza con noble emoción. Si Beethoven era el rey de la sinfonía, Schubert se convirtió en el rey del lied, un género musical que combina poesía y música para crear una atmósfera misteriosa y cálida.

Además de sus lieder, Schubert también compuso piezas para piano como los Momentos musicales y obras corales profanas y religiosas, como las 7 misas y motetes. ¡Y todo esto antes de morir a la edad de 31 años! Sin duda, Franz Schubert fue uno de los primeros en incorporar la subjetividad y el lirismo romántico a la música clásica.

Karl María von Weber: el hombre que lo hizo todo en la música clásica

Weber

Hablemos de Karl María von Weber! ¡Pero no os preocupéis, no será una clase aburrida! Este tipo es conocido como el fundador del drama popular alemán, con sus óperas y su treintena de obras de música de escena. Él era un tipo muy talentoso que a los doce años de edad ya había compuesto sus primeras obras. ¡No está mal, eh!

Además de componer, Weber también era un gran pianista y director de orquesta, y se codeó con algunos grandes de la música de la época como Michael Haydn y Vogler. Dirigió la orquesta de Breslau y después la música de cámara ducal en Karlsruhe. ¡Este hombre estaba en todas partes! Incluso montó el Fidelio de Beethoven mientras era director de orquesta en Praga.

Pero lo que lo hace realmente especial son sus óperas. Aunque sus libretos eran mediocres, sus obras como El cazador furtivo, Euryanthe y Oberón ya anunciaban en parte la obra y los procedimientos dramáticos de Wagner. Era un tipo romántico que gustaba de describir la naturaleza en todo lo que presenta de fantástico. Sus oberturas de sus obras siguen siendo célebres.

Pero no solo era un gran compositor de óperas, también escribió música instrumental, sonatas y diversas piezas para piano. ¡Era un virtuoso del piano! Además, también compuso lieder, una misa, dos sinfonías, oberturas, cantatas y piezas para clarinete. Vamos, que si hablamos de Weber, hay mucho que decir.

Desafortunadamente, la tuberculosis se llevó a este gran talento prematuramente en Londres, donde se había trasladado para asistir al estreno de su última aportación lírica, Oberón. Pero su legado en la música clásica es enorme, y hoy en día seguimos disfrutando de sus obras.

Una síntesis musical perfecta: La música clásica y romántica de Mendelssohn

Mendelssohn

Un gran compositor del siglo XIX, Felix Mendelssohn-Bartholdy, que muchos consideran el Mozart de su época. Nació en Hamburgo en 1809, en el seno de una familia adinerada de origen judío que se había convertido al protestantismo. Desde niño, Mendelssohn demostró una habilidad excepcional para la música, el dibujo, la pintura y la literatura.

Fue alumno del compositor Carl Friedrich Zelter y sus primeros trabajos incluyeron doce sinfonías para cuerda, pequeñas óperas, un Octeto para cuerda y la obertura El sueño de una noche de verano, escrita cuando tenía solo 17 años.

Mendelssohn viajó por Francia, Italia e Inglaterra, donde sus obras fueron aclamadas con entusiasmo. En 1834, fue nombrado director de música en Düsseldorf y un año después fue llamado para dirigir los conciertos del Gewandhaus de Leipzig, donde estableció un conservatorio en 1843 y contribuyó a que la ciudad se convirtiera en el centro musical de Alemania.

La música de Mendelssohn es una síntesis perfecta de elementos clásicos y románticos, y sus obras incluyen oberturas para orquesta, Romanzas sin palabras, caprichos, scherzos, Variaciones serias para piano, conciertos para piano y violín, y obras de música de cámara. Además, sus sinfonías, la Reformación, la Escocesa y la Italiana, son muy apreciadas y lo colocan en un lugar honorable entre los sucesores de Beethoven.

También destacan sus preludios y fugas y sus Sonatas para órgano, que muestran la influencia de Bach, y sus oratorios (Paulus, Elie), que reflejan la influencia de Haendel. Pero sin duda, su mayor logro fue la comprensión y la resurrección de la obra de Bach, lo que abrió el camino para compositores de operetas y fantasías para piano, y para aquellos que buscaban un estilo italiano en la música. Además, contribuyó eficazmente a la obra emprendida por Schumann desde 1834 en su revista Neue Zeitschrift für Musik. También le debemos numerosos coros y lieder.

El genio rebelde de la música: Robert Schumann, un crack con un legado impresionante

Schumann

Seguimos con el gran maestro de la música Robert Schumann, ¡un auténtico crack! Nació en Zwickau en 1810 y comenzó estudiando derecho, pero a los veinte años se enamoró de la música y se dedicó a ella en cuerpo y alma.

Schumann es conocido como el continuador de Weber debido a su sólida cultura general y como el sucesor de Schubert por el gran papel que el piano tiene en su obra. Trabajó con el pianista E. Wieck y, después de un accidente en un dedo, decidió abandonar la carrera de virtuoso para convertirse en compositor.

Fundó la liga imaginaria de los David Bundler para luchar contra los «filisteos» de la música. ¡Qué rebelde! Escribió muchas obras sinfónicas, oberturas de concierto, escenas para el Fausto de Goethe y para el Manfredo de Byron, y muchas piezas para piano, como El Carnaval, Las Mariposas, las Sonatas, los Estudios Sinfónicos, la Fantasia, Kreisleriana, Humoresque y Novelettes. ¡Vamos, que no paraba de crear!

En 1840 se casó con Clara Wieck, ¡a pesar de la voluntad del maestro! Además, Schumann fue profesor en el conservatorio de Leipzig y, después, residió en Dresde y fue director de música en Düsseldorf. Lamentablemente, en 1854, Schumann fue atacado por una enfermedad mental y trató de suicidarse arrojándose al Rin. Falleció dos años después en una casa de salud de Endenich.

Pero no nos quedemos en los momentos tristes, porque Schumann era un verdadero genio y su música es un reflejo de su personalidad. Era un cantor de la infancia, la pasión, la alegría y la desesperación. A través de su obra, nos muestra su maestría en la expresión de la vida interior y de la intimidad.

Quizás no siempre logró la plenitud en el desarrollo de un tema, pero lo que sí tenía era el secreto de mil hallazgos, relámpagos y refinamientos de detalle en la armonía que son la equivalencia de una firma. Es un fantasista exquisito y músico apasionado, que poseía el genio del piano y para quien sólo contó la expresión del sentimiento.

No puedo dejar de mencionar su obra maestra, el Concierto en la menor para piano y orquesta, ¡es única por su grandeza! También creó los poemas líricos Los amores del poeta y Vida y amor de una mujer, escritos sobre versos de Heine y Chamisso, que son páginas nostálgicas y soñadoras, en las cuales la parte de piano contribuye a hacer de cada una un todo de perfección inigualable.

En definitiva, Schumann fue un músico que nos dejó un legado impresionante y siempre será recordado como un maestro de la vida interior y de la intimidad.

Grandes maestros secundarios de la música alemana del siglo XIX

Ahora damos paso a algunos de los grandes maestros secundarios de la música alemana del siglo XIX! No podemos dejar de mencionar a los grandes Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Weber y Schumann, quienes son verdaderamente genios y leyendas del romanticismo alemán, ¡pero no debemos olvidar a otros grandes músicos de la época!

Tenemos a Reichardt y Zelter, quienes sobresalen en el género del lied, ¡y eso es música para nuestros oídos! También tenemos a H. Marschner, un romántico fogoso y director de la Ópera de Dresde, quien anunció a Wagner y a Weber con sus óperas El vampiro y Hans Heilling. ¡Menudo fuego!

L. Spohr, violinista, tuvo un gran éxito con su obra Fausto y Jessonda, mientras que Hoffmann nos sorprendió con sus Cuentos fantásticos y K. Kreutzer con la Noche en Granada. ¡Qué de aventuras y misterios en su música!

En la segunda mitad del siglo XIX, la opereta y la ópera cómica fueron representadas por A. Lortzing (Zar y carpintero, El cazador furtivo), Flotow (Martha, Stradella), O. Nicolaï (Las alegres comadres de Windsor) y P. Cornelius (El Barbero de Bagdad). ¡Qué risas y alegría nos provocan estas obras!

Y no podemos olvidar al gran Stephen Heller, quien compuso sobre todo para piano y nos dejó obras maravillosas. ¡Es increíble la variedad de talentos que había en la época!

De óperas a sinfonías: el legado musical de Franz Liszt

Liszt

Uno de los más grandes músicos del siglo XIX, ¡Franz Liszt! Este genio del piano nació en Raiding en 1811 y tuvo la suerte de trabajar con grandes como Salieri y Czerny. ¡Incluso Beethoven notó su virtuosismo en el piano!

A pesar de los obstáculos que enfrentó en París, donde Cherubini no lo dejó entrar en el conservatorio, Liszt continuó con su carrera y produjo su primera ópera a los 12 años y sus Doce estudios para piano a los 15 años.

Pero eso no es todo, Liszt era un hombre de muchas facetas. Además de su amor por la música, era místico y soñaba con tomar las órdenes religiosas. También se enamoró de la condesa d’Agoult y tuvieron dos hijas juntos.

Liszt fue un virtuoso del piano que recibió ovaciones en Italia, Suiza y Francia durante doce años. Luego, en Weimar, pasó quince años componiendo, brillando y prestando servicios como maestro de capilla de la corte. Aquí creó algunas de sus obras más famosas, como la Sinfonia Dante, El Tasso y La batalla de los bunos.

Liszt también fue innovador en el campo de las formas y la armonía, y extendió los límites de la música. Si bien bebió de la fuente principal del folklore húngaro, también fue influenciado por grandes como Chopin y Berlioz.

¡Conoce al gran Fryderyk Chopin y su música que llega al corazón!

Chopin

Uno de los grandes genios de la música clásica, ¡el gran Fryderyk Chopin! Su música es capaz de hablar al corazón y hacer vibrar el alma. A diferencia de Liszt, Chopin no solo tenía una sorprendente facilidad de expresión, sino también una habilidad incomparable para conectar con el público.

Nacido en Polonia en 1810, Chopin era un prodigio del piano desde temprana edad y realizó giras por toda Europa como Liszt. Pero Chopin tenía algo especial que lo diferenciaba de los demás, algo que se reflejaba en su música y en su manera de tocar el piano. Su música no solo refleja la nostalgia de su tierra natal, sino también su unión íntima con su instrumento predilecto: el piano.

A lo largo de su vida, Chopin tuvo muchas experiencias que influyeron en su obra. Conoció a grandes músicos como Liszt y Berlioz, pero también a escritores como Heinrich Heine y Meyerbeer. Además, su relación con la escritora George Sand tuvo un gran impacto en su música y en su vida personal.

Su obra pianística es una muestra de su sensibilidad y sufrimiento tanto en su ser como en su alma. En ella se pueden encontrar ritmos esencialmente polacos y nostalgia eslava, pero también una combinación de romanticismo e inspiración clásica. Su lenguaje musical es tan personal y refinado que su obra entera, como la de Bach o Mozart, alcanza la belleza al primer esfuerzo.

En sus Valses, Mazurcas y Polonesas hay tanta poesía como en sus Impromptus y Nocturnos. Cada Estudio y cada Preludio son un mundo acabado y perfecto que te transportan a un estado de ánimo único. Su música es tempestuosa y suave, discreta y apasionada, lánguida y fuerte, todo al mismo tiempo.

Héctor Berlioz: el rockstar del Romanticismo francés

¿Listos para conocer a Héctor Berlioz, el rockstar del Romanticismo francés? Berlioz era el tipo más cool del grupo, el «joven Francia», el rebelde con causa, siempre creando música con su temperamento apasionado. A diferencia de Liszt, que atraía a las multitudes, o Chopin, que era más de salones, Berlioz era un artista que sus contemporáneos no siempre comprendieron.

Nació en La Côte-Saint-André (Isere) en 1803 y llegó a París en 1821. Allí abandonó sus estudios de medicina para dedicarse a la música, convirtiéndose en alumno de Lesueur y Reicha en el Conservatorio. En 1830, presentó su Symphonie fantastique, en la que puso en música un episodio de su vida: su violento amor por la actriz Harriett Smithoson, con quien se casaría en 1833.

A pesar de que su lenguaje musical, demasiado atrevido, sorprendió a muchos, Berlioz no se detuvo y continuó con su estilo rebelde e innovador. Resucitó la música de programa y fue uno de los primeros en utilizar el procedimiento del leitmotiv, una idea fija que aparece una y otra vez y que siempre evoca la misma imagen, como en la Sinfonía fantástica. Si bien a veces se le escapaba la ciencia musical y armónica, siempre nos deleitaba con sus ritmos, algunas melodías bellas y la grandeza completamente clásica de sus coros.

Su vida fue un destino tempestuoso, pero eso no le impidió dejarnos un legado musical excepcional. Berlioz fue el chico malo de la música, pero también el chico más genial.

Aprendiendo del pasado para mejorar el futuro musical: Lecciones de la primera mitad del siglo XIX en Europa

Cambiamos de tercio a una época bastante triste en la historia de la música francesa e italiana. En la primera mitad del siglo XIX, hubo muy pocos músicos originales en ambos países. Afortunadamente, teníamos a Héctor Berlioz y a Gioachino Rossini como excepciones. Sin embargo, el público en general estaba aplaudiendo obras simplonas y superficiales, incluso en lugares tan sagrados como la iglesia. Entonces no es de extrañar que Berlioz se sintiera incomprendido en un ambiente así. ¡Pero no todo está perdido! Siempre podemos aprender del pasado para mejorar en el futuro.

Gioacchino Rossini: El improvisador prodigioso

Rossini

¡Gioacchino Rossini! Este hombre nació en Pesaro en 1792 y desde muy joven demostró que tenía un don especial para la música. Al igual que otros grandes compositores italianos, Rossini era un experto en el bel canto y en crear efectos sorprendentes.

Sus primeras obras datan de 1810 y desde entonces, no paró de escribir partituras que se hicieron famosas en toda Italia. En 1816, creó su obra maestra, «El barbero de Sevilla», que es una ópera divertidísima llena de espíritu y brío. Y es que Rossini era un auténtico improvisador que siempre buscaba sorprender a su público con melodías frescas y limpias.

Pero eso no es todo, porque Rossini también experimentó con otros estilos más dramáticos, como en su obra «Otello». También se aventuró a escribir para el público francés y logró un gran éxito con óperas como «Guillermo Tell», que tiene una sinfonía a guisa de obertura y un segundo acto que contribuyeron por mucho tiempo a la fama del autor.

Y aunque Rossini amaba los efectos y a veces escribía demasiado rápido, sabía ser natural y poner freno a su verba meridional. Incluso se dice que llegó a improvisar una obra en tan solo 13 días, ¡eso es increíble!

¡La banda de los compas de Rossini! Descubre quiénes siguieron los pasos del gran maestro de la música ligera en París.

Dejando a Rossini hablemos sobre los contemporáneos y sucesores de Rossini, los italianos que seguían las fórmulas y procedimientos del gran maestro de la música ligera en París. Primero, tenemos a Gaetano Donizetti, quien nació y murió en Bérgamo y escribió varias óperas por año, incluyendo Anna Bolena. Sus obras maestras, como Lucia de Lammermoor y La hija del regimiento, demostraron su destreza y sentido del drama. ¡Donizetti creó 28 cantatas, 71 óperas, 13 sinfonías y 18 cuartetos!

Luego tenemos a Vincenzo Bellini, quien nació en Catania y se hizo aplaudir con Il pirata, La sonámbula y Norma. Aunque su melodía flexible demostró su fresquísima sensibilidad, su pobreza contrapuntística y sus acompañamientos demasiado fáciles lo hicieron un poco olvidado.

¿Y qué hay de Rossini? Algunos biógrafos dicen que renunció a la composición porque adivinó en Meyerbeer un rival al cual no podría igualar. Giacomo Beer, llamado Meyerbeer, era prusiano y se inspiró en el estilo italiano. Finalmente, se hizo aplaudir en Francia con obras como Los hugonotes, El profeta y La estrella del Norte. Aunque Wagner lo consideró «un cero absoluto», reconocemos que tenía un sentido del drama, de la orquesta, del movimiento teatral y de los grandes efectos que podían seducir al público parisino.

¡Pero no solo tenemos italianos en el reinado de Meyerbeer! También tenemos algunos franceses de temperamento como E. Auber, quien inventó melodías espirituales y encantadoras en sus óperas cómicas como La muette de Portici. También tenemos F. Halévy, quien conoció el éxito con La juive y F. Hérold, quien lo conoció con Zampa y Le Pré-aux-Clercs. Aunque estos sucesores no superaron a Rossini, marcaron el final de una época en la historia de la música.

Richard Wagner: El hombre que cambió la ópera y la música europea

Wagner

Un compositor que no solo cambió la ópera alemana, sino que cambió toda la música europea. Sí, amigos míos, estoy hablando de Richard Wagner. Este tipo no solo amplió el lenguaje musical, sino que también creó un arte, una filosofía y un sistema dramático que dominaron toda la música europea hasta las primeras décadas del siglo XX.

Wagner nació en Leipzig en 1813. Su suegro era actor, lo que lo acercó al teatro desde una edad temprana. Fue influenciado por Weber, Beethoven y Mozart. Estudió música con varios maestros y escribió una ópera llamada «Las hadas». Después de dirigir la orquesta en varios teatros, finalmente consiguió que se representara «Rienzi» en Dresde. De ahí en adelante, se convirtió en el maestro de capilla de la corte de Dresde y comenzó a trabajar en su trilogía del Anillo de los Nibelungos, la cual consta de cuatro óperas que son realmente épicas.

Pero Wagner no solo era un músico, sino también un filósofo y un apasionado. Tuvo una vida amorosa muy interesante, incluyendo un romance con la mujer de un amigo. Su ópera «Tristán e Isolda» se basa en su experiencia con este amor desdichado. Finalmente, Wagner encontró la felicidad con la hija de Liszt, Cosima von Bülow, y vivieron juntos en completa felicidad, lo cual se refleja en su obra «El Idilio de Sigfrido».

Wagner era un poeta y un pensador que creaba tanto el drama como la música que lo acompañaba. Experimentó la influencia de Schopenhauer y quería liberar al hombre que sufre a través del rescate, la redención y la regeneración. ¡Y vaya que lo logró! Wagner se convirtió en uno de los compositores más famosos de su tiempo y su legado aún perdura en la música actual.

Referencias y bibliografías

Ludwig van Beethoven: Humor, genio y corazón – Abigail Jareño Gómez

En «Ludwig van Beethoven. Humor, genio y corazón», la autora nos lleva en un viaje para seguir las huellas más personales del compositor alemán desde su infancia hasta su vida adulta. Después de años de investigación y estudio, la autora ha logrado comprender profundamente la personalidad de Beethoven de manera empática, y nos ofrece una lectura ágil, dinámica y esclarecedora sobre quién fue este genio de la música clásica.

Este libro sacude los mitos y los rumores que rodean la vida de Beethoven, y nos presenta una personalidad llena de sorprendentes matices. Descubrirás al hombre detrás de la música, sus alegrías y sus tristezas, su sentido del humor y su genialidad.

Beethoven sigue siendo hoy tan admirado como incomprendido, pero con este libro serás uno de los privilegiados en conocer mucho más de su verdad. Así que, queridos lectores, si quieren adentrarse en la vida de uno de los grandes compositores de la historia de la música y descubrir quién fue el hombre detrás de la leyenda, ¡no duden en leer este libro!

Robert Schumann: Hombre y músico del Romanticismo –  Martin Geck

Se trata de la biografía de uno de los compositores más importantes del Romanticismo, Robert Schumann. Pero no se preocupen, no vamos a aburrirnos con detalles aburridos y polvorientos, ¡no señor!

En estas páginas, vamos a conocer al hombre detrás de la música, un testigo atento de su tiempo que simpatizaba con la Revolución de 1848. Pero eso no es todo, amigos, Schumann sufrió mucho debido a su frágil salud mental y la fama de su esposa, la talentosa Clara. De hecho, ¡estuvo internado en un hospital para enfermos mentales después de intentar suicidarse!

Pero no se preocupen, no todo es tristeza y dolor en la vida de Schumann. Además de ser un genio musical, también era un apasionado poeta y un precursor musical audaz. ¡Imagínense, combinaba sensualidad e intelectualidad, realismo y ensoñación en su música!

Este libro escrito por Martin Geck no sólo nos ofrece una nueva luz sobre la vida de Schumann, sino que también nos transporta a la época en la que vivió, mostrándonos un panorama social y cultural fascinante. Así que si quieren aprender sobre uno de los grandes del Romanticismo y pasar un buen rato, ¡no duden en leer este libro!

Franz Schubert: Biografía y obra – Brigitte Massin

¿Se imaginan tener toda la obra completa del compositor en dos volúmenes? ¡Pues este libro lo tiene! Pero no sólo eso, amigos, también viene con una biografía crítica enriquecida con numerosos textos del músico y de sus contemporáneos, así como un estudio exhaustivo de su obra.

Brigitte Massin, quien también escribió los manuales sobre Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven, siguió el mismo método para la redacción de este libro. Y no se preocupen por la complejidad, ¡esta obra es fácil de leer gracias a su original compaginación!

Lo más interesante de este libro es que la historia de la obra remite a la biografía y viceversa, lo que lo convierte en una herramienta tanto para el estudio del conjunto como para la búsqueda rápida y precisa de información. Además, gracias a este libro, podemos conocer la verdad del compositor como persona y la dimensión fantástica de su obra.

Franz Schubert fue un verdadero visionario en la música clásica, y sin sus audacias, la música actual no hubiera sido posible. Esta publicación explora las riquezas, muchas de ellas insospechadas, de la obra de este genio musical, quien es considerado ahora como el primer compositor de los tiempos modernos.