Curso de Acústica

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Micrófonos y Amplificación

Tipos de micrófonos y su funcionamiento

Shure SM58
Shure SM58

Micrófonos dinámicos, de condensador, de cinta y otros

Los micrófonos son como superhéroes que convierten las ondas sonoras en señales eléctricas listas para ser amplificadas, grabadas o transmitidas. Dependiendo del truco especial que utilizan para realizar esta conversión, los clasificamos en diferentes tipos. Echemos un vistazo a los más populares:

Neumann U87
Neumann U87
  • Micrófonos dinámicos: Son los resistentes y valientes del grupo. Funcionan al revés de un altavoz, con una membrana que vibra con el sonido y mueve una bobina dentro de un imán. ¡Pura magia! Estos chicos son ideales para capturar sonidos fuertes y graves como la voz humana, instrumentos de viento o percusión. Son tan increíbles que no necesitan alimentación externa y pueden soportar todo tipo de golpes y humedad. ¡Un ejemplo estrella es el legendario Shure SM58!
  • Micrófonos de condensador: Estos son los sensibles y elegantes de la pandilla. Funcionan con un sistema de placas que forman un condensador eléctrico. Una de las placas es una membrana que capta el sonido, mientras que la otra es fija. ¡Aquí viene la parte emocionante! Al variar la distancia entre las placas con el sonido, se produce un cambio de voltaje que se convierte en señal eléctrica. Estos chicos son perfectos para captar sonidos suaves y agudos como instrumentos de cuerda, piano o coros. Pero cuidado, necesitan alimentación externa (phantom) y son un poco más propensos a dañarse por el polvo y la humedad. ¡El Neumann U87 es uno de los grandes representantes de esta categoría!
  • Micrófonos de cinta: ¡Aquí vienen los clásicos y lujosos! Estos chicos usan una cinta metálica súper delgada que se mueve con el sonido dentro de un campo magnético, generando una señal eléctrica muy débil que necesita una amplificación especial. Son los preferidos para capturar sonidos cálidos y naturales como instrumentos acústicos, voces o ambientes mágicos. No necesitan alimentación externa, pero ten cuidado, son muy frágiles y un poco sensibles al viento. ¡El Royer R-121 es uno de esos micrófonos de cinta de renombre!
  • Otros tipos de micrófonos: ¡La diversión no acaba aquí! Hay muchos otros tipos de micrófonos con propósitos especiales. Tenemos los micrófonos de contacto que se pegan a la superficie de un instrumento para captar sus vibraciones, los micrófonos lavalier que se sujetan a la ropa para grabar la voz sin cables, los micrófonos USB que se conectan directamente al ordenador para grabar audio digital, y los micrófonos binaurales que simulan el efecto estéreo del oído humano. ¡Hay un micrófono para cada ocasión!

Patrones polares y su influencia en la captación de sonido

Patrón omnidireccional
Patrón omnidireccional

Los patrones polares son como los superpoderes de los micrófonos. ¡Sí, has oído bien, superpoderes! Imagina que cada micrófono tiene su propio estilo de captación de sonido, como si fueran superhéroes sónicos. ¿Quieres conocer algunos de estos superhéroes? ¡Allá vamos!

Patrón cardioide
Patrón cardioide
  • El Omnidireccional: es como el abrazo sonoro universal. Este micrófono es capaz de captar el sonido por igual desde todas las direcciones. Es perfecto para grabar ambientes naturales, coros apasionados o instrumentos acústicos que deseen compartir su música con el mundo. ¡Es como si abrieras una ventana mágica al sonido!
  • El Cardioide: este superhéroe tiene un ojo atento al frente y a los lados, pero es experto en ignorar el sonido que viene desde atrás. Es el preferido en los estudios de grabación, ya que aísla a la fuente de sonido del ruido ambiente. ¡Imagina que puede bloquear el ruido no deseado como si fuera un escudo sónico!
  • El Supercardioide: este audaz superhéroe tiene una visión más estrecha que el cardioide, pero también tiene un oído trasero. Es perfecto para capturar sonidos muy específicos, como solos instrumentales o voces principales que deseen destacar en el escenario. ¡Es como un espía sónico que puede filtrar el sonido no deseado!
  • El Bidireccional: este superhéroe tiene un oído dividido entre el frente y la parte de atrás, pero es insensible a los sonidos laterales. Es ideal para grabar diálogos entre dos personas o para crear efectos estéreo cautivadores con un solo micrófono. ¡Es como si pudiera escuchar ambos lados de la historia al mismo tiempo!

Estos superhéroes son solo algunos ejemplos de los patrones polares que existen. Pero aquí viene la parte divertida: ¡puedes jugar con ellos! Por ejemplo, puedes utilizar un micrófono omnidireccional cerca de una fuente de sonido para crear un efecto de proximidad, que hará que el sonido sea más grave y cálido. ¡Es como darle un abrazo sonoro a tus grabaciones!

Técnicas de grabación y posicionamiento de micrófonos

Grabación mono y estéreo

Empecemos con la grabación mono, el clásico de toda la vida. Es como ir en bicicleta sin manos, ¡simple pero efectivo! En este caso, se suele usar un único micrófono para capturar una fuente de sonido, ya sea una voz o un instrumento. El resultado es un archivo de audio con un solo canal, que se reproduce igual por ambos altavoces o auriculares. Lo bueno de la grabación mono es que es fácil de hacer y ocupa menos espacio en tu dispositivo. ¡Es una opción rápida y sencilla! Pero, ojo, tiene sus limitaciones. Al grabar en mono, perdemos la sensación de espacio y profundidad que nos da el sonido en la vida real. Todo suena como si viniera del mismo lugar, sin distinguir la posición o la distancia de las fuentes sonoras. Además, puede haber problemas de interferencia o cancelación cuando mezclamos varios sonidos en el mismo canal. ¡Un poco aburrido, ¿no?

Pero espera, ¡aquí viene el estéreo a salvar el día! La grabación estéreo es como ir en una montaña rusa emocionante. Usamos dos o más micrófonos para capturar el sonido, recreando la forma en que nuestros oídos perciben la realidad. El resultado es un archivo de audio con dos o más canales, que se reproducen por separado en cada altavoz o auricular. La grabación estéreo nos transporta a un mundo mágico y envolvente. Podemos ubicar las fuentes sonoras en diferentes direcciones y distancias, como si estuviéramos allí mismo. ¡Es como vivir el concierto desde el escenario! Pero cuidado, no todo es fácil en el paraíso estéreo. Para hacerlo bien, debemos considerar la acústica del lugar de grabación, así como las técnicas de posicionamiento y orientación de los micrófonos. Si no lo hacemos correctamente, podemos terminar con un desequilibrio de volúmenes, pérdida de claridad o efectos indeseados. ¡Hay que dominar la técnica para obtener resultados épicos!

Micrófonos de ambiente y de proximidad

¡Preparaos para reír y aprender a partes iguales!

Imaginad a los micrófonos de ambiente como aquellos amigos que siempre captan la fiesta a su alrededor: la reverberación, el eco y el bullicio de fondo. Estos chicos se colocan un poco lejos de la fuente de sonido principal, para no atiborrarse de sonido directo. Su misión es brindar profundidad, amplitud y ese toque de realismo a nuestras grabaciones. Por ejemplo, si grabamos una orquesta sinfónica en un auditorio, podemos plantar unos micrófonos de ambiente en la parte trasera o a un lado del escenario para captar la sala y la ovación del público. ¡Es como hacer que el sonido respire!

Ahora, hablemos de los micrófonos de proximidad. Son los atrevidos que se acercan a la fuente sonora directa, como si fueran a abrazarla con sus cápsulas mágicas. Se colocan cerca, ¡muy cerca!, para captar cada detalle y definición del sonido original. Su misión es otorgar claridad, presencia y nitidez a nuestras grabaciones. Por ejemplo, si queremos grabar una guitarra acústica en un estudio, podemos plantar un micrófono de proximidad justo frente al agujero de la caja de resonancia para capturar la esencia del instrumento. ¡Esto es intimidad sonora en su máximo esplendor!

Ahora bien, ¿qué ocurre si solo usamos uno de estos tipos de micrófonos? ¡Se forma un desequilibrio sonoro de proporciones épicas! Si solo utilizamos micrófonos de ambiente, obtendremos una grabación distante, difusa y con más ruido que el bullicio de un concierto de rock. Si, por otro lado, nos limitamos a los micrófonos de proximidad, nuestra grabación será tan seca y plana como una tortita sin sirope. Por eso, el truco está en combinar ambos tipos de micrófonos para lograr un equilibrio entre lo directo y lo ambiental.

Pero, ¡ojo! No se trata de poner micrófonos al azar y rezar a los dioses del sonido. Tenemos que considerar la acústica musical, las técnicas de grabación y el posicionamiento de los micrófonos. Hay que elegir sabiamente el tipo y el patrón polar de los micrófonos, además de controlar la distancia y el ángulo entre ellos. Tenemos que evitar las interferencias y las cancelaciones de fase, como si estuviéramos jugando al «Twister» con los micrófonos. Y, por supuesto, tenemos que procesar la señal adecuadamente con ecualización, compresión, reverberación y todo el arsenal de efectos a nuestra disposición.

Amplificación del sonido en directo

Sistemas de amplificación y PA (Public Address)

¿Qué son estos sistemas y para qué demonios sirven? ¿Cómo se diseñan y utilizan? ¿Cuáles son sus pros y sus contras? ¡Vamos a desvelar estos misterios en este post repleto de sonoridad!

Los sistemas de amplificación y PA son capaces de elevar el nivel de presión sonora de una fuente sonora, ya sea un instrumento o una voz, y esparcirlo por un espacio determinado, como un escenario o un estadio lleno de almas sedientas de música. ¡Son verdaderas maravillas tecnológicas! Estos sistemas están compuestos por varios equipos, como micrófonos, mesas de mezcla, procesadores de señal, amplificadores, altavoces y cables. Cada uno de estos elementos tiene su súper poder especial y deben estar perfectamente calibrados y ajustados para lograr un sonido espectacular.

Como ya sabemos, la acústica musical es la ciencia que desentraña los secretos físicos del sonido generado por los instrumentos musicales, así como el estudio de cómo lo percibimos los afortunados oyentes. Por otro lado, la amplificación del sonido en directo es ese increíble proceso de capturar, procesar y reproducir el sonido de forma instantánea, con el objetivo de mejorarlo y adaptarlo a las condiciones del lugar donde se lleva a cabo el evento musical. Ambas disciplinas están estrechamente relacionadas con los sistemas de amplificación y PA, ¡así que son como hermanos inseparables!

Estos sistemas tan alucinantes tienen varias ventajas, como permitir que el sonido se escuche con nitidez en cada rincón del recinto, ajustar el sonido a las características acústicas del lugar, crear efectos sonoros mágicos, controlar el volumen y el equilibrio del sonido, y fomentar la comunicación entre los músicos y el público. Sin embargo, también tienen sus desafíos, como requerir una inversión económica importante, depender de la disponibilidad y el buen estado de los equipos, generar ruido y distorsión si no los manejamos con maestría, y ¡cuidado con los oídos si nos pasamos con el volumen!

Monitoreo de escenario y mezcla en vivo

Cada lugar tiene sus propias peculiaridades acústicas que pueden afectar al sonido de manera positiva o negativa. Por eso, es crucial conocer las características del lugar donde tocaremos, como la reverberación, la reflexión, la absorción o la difusión del sonido, y adaptar nuestro equipo y técnica a ellas. ¡Es como una aventura acústica!

Ahora bien, pasemos al plato fuerte: el monitoreo de escenario y la mezcla en vivo. El monitoreo de escenario es el sistema que permite a los músicos escuchar su propio sonido y el de sus compañeros mientras están en plena acción. Por otro lado, la mezcla en vivo es el arte de combinar y ajustar los niveles, frecuencias y efectos de las diferentes fuentes sonoras para crear un sonido coherente y placentero tanto para el público como para los propios músicos. Estas tareas pueden ser realizadas por una sola persona (el mago del sonido) o por un dúo dinámico (el técnico de monitores y el técnico de sala). En cualquier caso, se requiere una buena comunicación entre los músicos y los técnicos, así como un profundo conocimiento del equipo y del repertorio. ¡Es como dirigir una orquesta de sonidos!